Que parezca un accidente

OPINIÓN

Javier Barbancho | Reuters

14 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A este hombre la sonrisa no le cabe en la mascarilla. Acaba de sacarse unos pesos pesados de encima. Hasta parece más joven. He aquí al premier español 72 horas después del día de autos, acompañado por sus vicepresidentas, a punto del posado en la puerta de Moncloa. Al fondo ronda la cabeza del ministro anti Consumo, uno de los pocos que se ha librado de la carnicería. Sí, menudo pollo. Pedro Sánchez luce aseado como para arruinar el trabajo a un forense de la policía. A ver quién encuentra un pelo en esa chaqueta. Podemos imaginarlo tras los ceses, ducha de hora y media, el agua revuelta escurriéndose por el desagüe, frotándose a conciencia para que entre las uñas y la carne no quede ni el recuerdo de Ábalos, Redondo, etcétera. «¿Redondo, pero quién es Redondo?» Luego, ya en batín de andar por casa, pariendo un lema de los suyos: «Un Gobierno de recuperación, social, verde, digital y feminista». O sea, que parezca un accidente.