A mí que me lo expliquen porque no acabo de entenderlo. Con el tremendo problema que se le ha creado a tantas familias españolas con el tema de los okupas, el PSOE y Unidas Podemos, junto a la mayoría de las formaciones de la izquierda, rechazaron días atrás en el Senado modificar de nuevo la Ley de Enjuiciamiento Criminal para dotar a las «víctimas de hogares habituales» de una herramienta judicial ágil -como sería un juicio de los denominados rápidos- añadiendo que con esta reforma lo que pretende el Partido Popular es eliminar las garantías procesales para los acusados de okupación.
Prefieren que una familia a quien le ocupan su casa tenga que esperar más de un año, en la mayoría de los casos sin tener donde vivir, a que convoquen su vista para poder expulsar a estos amantes de lo ajeno. El mundo al revés.
Y por supuesto totalmente en contra del derecho comparado, como es el caso de Francia y otros países de la Unión Europea (UE), que han endurecido la legislación contra dicho delito. En este caso, y por culpa de tan kafkianas decisiones por parte de algunos grupos políticos, podemos volver a decir que Europa termina en los Pirineos