Hacer un Toni Cantó

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

Jorge Gil | Europa Press

30 mar 2021 . Actualizado a las 09:07 h.

Así le llaman ahora a cambiarse cuatro veces de partido desde el 2007. Abundan las bromas. Es una forma de protegernos de la realidad atroz de que Pablo Casado le haya comprado la cuarta voltereta a Toni Cantó y le haya impuesto a Díaz Ayuso llevarlo en su lista, si el padrón le deja. Se empadronó en Madrid como quien dice hace dos días. No le hace Pablo Casado ningún favor a Isabel Díaz Ayuso y su campaña de la Libertad guiando al pueblo. Parte del éxito de Ayuso es que en ella no manda nadie. Es como Feijoo, dueña y señora de su apuesta por seguir como presidenta a su manera, como verso libre. El tutelaje y la imposición del lince ibérico Cantó le quitan fortaleza a la dama de hierro. Pero esta va a ser una campaña muy dura y sucia. Ya se ha filtrado por ahí que si gobierna Ángel Gabilondo al día siguiente el toque de queda en Madrid se adelantará a las ocho de la tarde.

Tener que acoger a Cantó se convirtió en un chiste. «España ya me debe dos. Que Iglesias haya dejado Moncloa y que Toni Cantó no vuelva al teatro». En el teatro mejor pagado lleva muchos años y, aunque tiene tendencia a amenazar cada vez que deja un partido con ponerse en contacto con un supuesto agente de su carrera artística, en seguida descubrimos que ficha por otras siglas. Dicen que tiene el quesito magenta, que iba a ser el color del futuro, de cuando fichó por UPyD, tras llamada de Rosa Díez. El quesito naranja de Ciudadanos. El quesito azul que le ha brindado Pablo Casado. Quesito azul tenía otro, porque, en realidad, el debut político del actor fue en Vecinos por Torrelodones, donde se quedó sin puesto en el pleno por un concejal. Denunciaban entonces la corrupción del PP. Entraron cuatro y él era el quinto. Fue el momento de su fuga con Rosa Díez, aunque ya estaba afiliado a Cs desde el 2005. Inquieto, quién sabe si la política española, que es un hervidero, no le acabará llevando a conseguir el trivial político, el rosco completo, y algún día logrará el quesito rojo socialista o, puestos a delirar, el quesito morado de Unidas Podemos.

Su pinito en el cine más trascendente fue el de transexual con Almodóvar. Cantó perdió a una hija de 18 años, en un accidente de coche. Tiene otros dos hijos. Se le conocen cinco o seis relaciones más o menos largas. Lo increíble no es que exista en política un personaje como Toni Cantó, lo alucinante es que Pablo Casado le compre el relato de Groucho Marx, estos son mis principios, si no te gustan tengo otros, y otros, y otros. Qué difícil debe ser para Toni Cantó no equivocarse con la lista de contactos de su móvil y enviar el beso a Pablo Casado, el demonio a Inés Arrimadas y el mono que se muere de risa y no quiere ver nada a todos nosotros.