Mentirse

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

FUNDACIÓN MERCK

13 mar 2021 . Actualizado a las 09:54 h.

Parece que la inteligencia artificial, como la humana, puede engañarse a sí misma. Las imágenes que se suelen llamar deep fakes, capaces de simular los gestos y la voz de cualquier persona y hacerlos pasar por reales, se han multiplicado en Internet a un ritmo enloquecido. Hasta el punto de que las principales empresas tecnológicas están desarrollando herramientas para detectar y filtrar posibles imágenes falsas. Pero, a la vez, un estudio del que hablaba esta semana la página especializada VentureBeat ha demostrado que los sistemas comerciales de reconocimiento facial de Microsoft y de Amazon son muy vulnerables a las imágenes manipuladas. Hasta el punto de que a veces les dan más crédito que a las verdaderas, al identificar a personas. O sea, que la inteligencia artificial logra engañar a la inteligencia artificial. Está ya muy cerca de mentirse, algo que en el mundo real solo conseguimos los humanos.

He estirado mucho la metáfora: en realidad no existe una inteligencia artificial, sino muchas, que pueden competir y timarse entre ellas. Si uno de esos sistemas llegara un día a engañarse adrede, habría que asustarse: tendría conciencia. Solo a un humano se le ocurre esa cosa tan rara de hacerse trampa, porque disponemos de una conciencia que nos juzga y reprende. Y cuando queremos burlarla, necesitamos darle explicaciones que nos permitan evitar la incomodidad y dormir por las noches. Pero si insistimos -algo que requiere siempre rechazar lo real y verdadero- conseguimos matar la conciencia y convertirnos en sinvergüenzas o en inconscientes, dos maneras distintas de referirnos casi a lo mismo.

La buena noticia es que la conciencia siempre puede resucitar. Volver.

@pacosanchez