El Acuerdo Verde Europeo tiene un objetivo: reducir en el 2030 más del 50 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Enfoca su estrategia hacia las ciudades, que consumen el 65 % de la energía del mundo y son responsables de más del 70 % de las globales atribuibles a la acción humana. Alcanzar la neutralidad climática en el 2050 constituye una prioridad y precisa de más integración del conocimiento y la investigación social y digital que lo genera.
El desarrollo de competencias digitales telemáticas (TIC) para afrontar este desafío supondrá consolidar esa relación positiva entre digitalización y progreso socioeconómico. Optimizará esfuerzo y resultados. Obtendremos más por menos, reduciendo esperas o tareas repetitivas y facilitando el acceso a la información y a mayor número de servicios. A su vez, las ciudades mejorarán su funcionamiento y la administración responsable de sus necesidades energéticas, de gestión de residuos, agua y transporte, de una forma mucho más eficiente.
Esta ambición integradora cuenta ya con una iniciativa en Bruselas, una Ventanilla Única de Neutralidad Climática, que contribuirá a la reducción de emisiones con un enfoque de participación ciudadana y de innovación social, inclusivo y colaborativo, que integra a universidades, inversores financieros, ciudadanos, ONG e innovadores sociales, para colaborar y trabajar con 500 ciudades europeas, creando valor para los participantes y para las generaciones futuras.
Surge así una propuesta de investigación psicosocial y digital liderada por científicos de la Universidad de Maastricht, con la colaboración de 57 centros europeos, que forman el consorcio 2OC (Towards Offseting Climate Change), en cuyo núcleo director participa la Universidade da Coruña. Crucemos dedos y naveguemos en este nuevo desafío que, con un presupuesto de más de 52 millones, tiene potencial para convertir a Maastricht -base de la fundamentación económica de la UE- en el lugar donde se sienten las bases de la neutralidad climática europea.