Una americana en París

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

07 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace tiempo que las ceremonias de premios empezaron a perder parte de su atractivo y necesitan coger un poco de oxígeno para reivindicarse. Solo así puede explicarse que unos galardones como los Globos de Oro parezcan haber apostado este año por conseguir repercusión en redes sociales antes que por intentar servir al espectador como posible baremo para distinguir el grano de la paja. El hecho de que las plataformas de streaming se hayan impuesto en las nominaciones no solo en la categoría de series, sino también en la de cine es el reflejo del momento de transformación en el sector. Bajar el listón es otra cosa muy distinta.

Toda elección corre siempre el riesgo de disgustar a un porcentaje del público, pero la nominación de una serie como Emily in Paris en el apartado de mejor comedia demuestra un cambio de rumbo hacia el producto facilón y ligero. Cómoda su definición de hermana menor de Sexo en Nueva York, es una historia sin aristas sobre una chica que, de penalti, acaba destinada en París. Y allí llega, con su vestuario glamuroso y sus aires de turista desnortada, para aportar a la empresa «el punto de vista americano». Los seguidores franceses se han sublevado contra la sucesión de clichés con la que intentan aportar un poco de ironía a una colección de postales y vestidos. Solo imaginar que hayan pensado en ella como posible heredera de la inteligente y brillante Fleabag es para echarse a temblar.