La «maternidad» de los varones

Fernando Salgado
Fernando Salgado LA QUILLA

OPINIÓN

04 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Últimamente, cada vez que la Justicia europea corrige alguna ley española en beneficio de los ciudadanos me acuerdo de mi tío abuelo José de Cervelo. Se pasó la vida pleiteando, en un vano intento de recuperar las tierras que le habían usurpado mientras se ganaba el pan en la Argentina, y al final de sus días legó a la familia un baúl lleno de sentencias favorables que ya solo eran papel mojado. Nunca se ejecutaron.

El «rediseño» del complemento de maternidad de las pensiones, anunciado estos días por el ministro Escrivá, me hizo rememorar aquella vieja historia. Porque la reforma del plus, en el fondo, solo pretende diluir en agua de borrajas una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) cuya aplicación sería especialmente gravosa para las menguadas arcas de la Seguridad Social.

El complemento, creado por decreto legislativo del Gobierno Rajoy, entró en vigor en enero del 2016. A partir de esa fecha, todas las mujeres con dos o más hijos que accediesen a la jubilación o la viudedad verían incrementada su pensión en un 5 % (dos hijos), 10 % (tres hijos) o 15 % (cuatro o más hijos). Era una forma de retribuirles, según la ley, «su aportación demográfica a la Seguridad Social».

El TJUE, en sentencia de diciembre de 2019, consideró que la norma discriminaba a los hombres. Los padres también habían hecho su correspondiente «aportación demográfica», presumo que la mitad del cupo. Por tanto, desde 2016 todos los jubilados varones con dos o más hijos tenían -tienen aún- derecho al plus de maternidad. Comenzaron las reclamaciones y, contra viento y sentencia, la Seguridad Social las rechaza sistemáticamente. Pero muchos pensionistas persistieron, llevaron el asunto a los tribunales y estos les están dando la razón. A la vista de la onerosa vía de agua abierta, alarmado, el Gobierno se dispone ahora a taponar el agujero con un cambio de la norma: su rediseño.

El complemento de maternidad, alega el ministro, estaba mal diseñado. Porque no debe ser un premio por haber tenido hijos -«aportación demográfica»-, sino una compensación a las madres por las lagunas de cotización ocasionadas por el tiempo dedicado al cuidado de los niños. En consecuencia, anuncia el Gobierno, no solo se mantendrá el plus, sino que se extenderá a todas las madres, incluidas las de hijo único, y aumentará su cuantía: su pensión crecerá en 378 euros anuales por cada hijo que hayan tenido.

¿Y qué pasa con los hombres? El Gobierno, escarmentado, se cuidará esta vez de no discriminarlos. Los hombres podrán solicitar el complemento, pero deberán demostrar que sus bases de cotización mermaron tras ser padres. Solo dos de cada cien, según la estimación oficial, están en condiciones de superar esa barrera. Su gozo, como el de mi tío abuelo cuando le leía las sentencias, en un pozo. Solo algunos elegidos podrán decir que la sentencia del TJUE les sirvió de algo: aquellos que se jubilaron a partir del 2016 o quienes lo hagan antes de que el «rediseño» adquiera rango de ley.