Abortos en edad avanzada

Manuel Fernández Sánchez EN LÍNEA

OPINIÓN

10 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desear un embarazo y conseguirlo es una de las mayores alegrías en la vida de una mujer o pareja. Si ese embarazo termina en aborto espontáneo, el sentimiento de pérdida, de duelo, tiene un alto desgaste emocional. Sin embargo, el aborto espontáneo es habitual en el ser humano. En las generaciones de nuestras madres y abuelas era normal tener varios hijos y algún aborto entre ellos. Ahora, con el retraso importante en la edad de la maternidad, y el menor número de hijos y embarazos, el impacto de un aborto es mayor. Especialmente, si es un embarazo conseguido tras mucho tiempo de búsqueda.

¿Cuál es el motivo de un aborto? Hay muchas posibles causas, incluso algunas desconocidas, pero la más frecuente de todas es que el embrión tenga problemas genéticos. Esos problemas genéticos se deben fundamentalmente a la edad de la mujer. Una mujer muy joven, menor de 30 años, tiene una posibilidad de abortar del 10-15 %. A los 39 años, uno de cada tres embarazos en mujeres termina en aborto y a partir de 42 años, tres de cada cuatro. Esto se debe a que las mujeres nacen con un número de óvulos determinado para toda su vida y, con el paso de los años, la estructura que organiza el material genético en los óvulos que quedan se deteriora, haciendo que el reparto de ese material genético no sea el correcto.

En los hombres, la producción de espermatozoides es continua, y no existe esa relación tan acusada con la edad, sino que los problemas genéticos se originan cuando el semen es de baja calidad.

En la actualidad, la edad media a la que una mujer tiene su primer hijo en nuestro país ya supera los 32 años. La edad media de las pacientes que recibimos en las consultas de reproducción de IVI ronda los 37.

A estas pacientes que desean ser madres después de los 37 años les aconsejamos hacer un estudio genético a los embriones antes de transferirlos, para así evitar que se transfieran embriones que por su genética sabemos que son incompatibles con un embarazo viable, lo que permite prevenir los abortos.

También son causas frecuentes la presencia de alteraciones en la coagulación, o el rechazo inmunológico de la madre hacia el embrión. Esto ocurre porque el embarazo es un estado inmunitario absolutamente excepcional, en el que se admite como propio un embrión con un contenido genético diferente al de la madre. Si estos complejos mecanismos de «tolerancia frente al invasor» fallan, se desencadena un aborto. Además de una vida sana, la mejor forma de prevenir los abortos es evitar los problemas genéticos relacionados con la edad materna. Por ello lo ideal es que las mujeres que no tengan previsto tener hijos antes de los 35 años congelen óvulos entre los 30- 35 años.

En cualquier caso, sea la edad que sea a la que una mujer se plantea quedarse embarazada, es muy recomendable tener una consulta pre-concepcional para prevenir problemas y comenzar a buscar embarazo espontáneo de una manera saludable y personalizada.