Lo presencial

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

ANGEL MANSO

14 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El rector de la Universidad de Navarra dice que lo presencial es un producto Premium. Algo que se advierte cuando no se tiene. Se refiere a la enseñanza universitaria, pero ocurre en casi todos los ámbitos, empezando por el familiar, donde la presencia se vuelve decisiva: un ser o no ser. Aunque otra cosa parezca y en un nivel inferior, en el que sí se puede hablar de producto Premium, ocurre lo mismo en la educación. Porque lo presencial distingue la enseñanza de la mera instrucción. En las fórmulas virtuales los profesores se ven privados de los alumnos, no los pueden ver, no pueden sentir su ánimo como en un aula, no los escuchan cuando ríen o hablan entre ellos, no saben si están atentos o algo cansados, si algo se entiende o no. Les falta toda esa información que permite adaptarse a la audiencia y percibir sus humores. Enseñar. Como profesor, todo eso me resulta desesperante, porque lo necesito. En las sesiones virtuales se me escapa a menudo un «¿Estáis ahí?» No sé si a ellos les falta el profesor, pero a mí me faltan los alumnos.

Desde una tarima se ve todo y el profesor puede rescatar al ensimismado o a la distraída con una pregunta fácil, siempre y cuando sepa cómo se llama. Lo aprendí de un maestro: cierta vez, para recuperar la atención de una alumna, la llamó por su nombre y le pidió que dijera una enfermedad mental. La chica, que estaba en Babia, contestó: «La caries».

En mi estreno docente había un mocetón que se dormía en clase. Supe pronto que llegaba de madrugarlo todo en la panadería familiar. Pero llegaba. Se agarraba la cabeza con las manos para evitar el sueño, y… nada. A distancia ni sabría que siempre se dormía ni hubiera podido ayudarle.

@pacosanchez