La última novela de Cataluña
Lo último de Cataluña no puede ser verdad. Mejor dicho: necesito creer que no es verdad, por mucho que se trate de una acción que lleva la garantía de una instrucción judicial. Me refiero a la redada de empresarios y políticos que se hizo el pasado miércoles: 21 detenidos por constituir la red de financiación de la estancia de Puigdemont en Waterloo. Según los indicios, no es que presuntamente han cometido todos los delitos propios de la corrupción, sino que buscaron el paraguas de Rusia para conseguir la independencia. Si esto lo hubiéramos leído en una novela de conspiraciones internacionales, habríamos hecho grandes elogios a la imaginación del autor. Pero no está en ninguna novela ni película. Está en una orden judicial bajo cuyo mandato se efectuaron los registros y las detenciones.