No resulta creíble el mensaje buenista del presidente Sánchez apelando a la unidad y a la generosidad encubierto con el eslogan «España puede», para afianzar el pensamiento único de un Gobierno incapaz de enderezar el rumbo. El vagabundeo errático se inició con la palabra mágica y confusa de una nueva normalidad cuando el déficit y la deuda cabalgaban desbocados por nuestros frágiles datos económicos. Ya no sirven los anuncios del todo irá bien ni el márketing político aplicado a la vieja propaganda; ya no vale acusar a la oposición de apalancarse en un «no» plural y mayestático que comienza en la distancia existente para un acuerdo de los nuevos presupuestos.
Recuperación, transformación y resiliencia fue la conclusión del nuevo planteamiento del presidente del Gobierno ante un foro de los primeros líderes empresariales españoles. Resiliencia es la clave. Significa la capacidad de superar las adversidades. El eje de «España puede».
Y puede manifestando su derecho a discrepar, a disentir, a manifestar la capacidad crítica de la ciudadanía ante el poder, de rechazar el conmigo o contra mi, de no comulgar con ruedas de molino, de aprender a decir basta, de leer entre líneas como en los mejores tiempos de la dictadura franquista, de no ser dóciles, pacientes y crédulos frente a un Gobierno incapaz de contar los muertos provocados por el coronavirus, que según el Instituto de Salud Carlos III, totalizan mas de 46.000 mientras que el Gobierno los cifra en 29.200.
España puede exigir la verdad y no convertir la capacidad para superar las frustraciones en un ejercicio abnegado de resignación. Articular la sociedad civil debe ser el primer paso que nos asegure el derecho a disentir, desde una opción ciudadana que no tiene una lectura únicamente política.
Y si el Gobierno se ampara en un catalogo de eslóganes buenistas la capacidad de desorientación de la oposición y sus titubeos no son las tesis, las alternativas mas aconsejables. Pasó el verano, y ya está aquí el negro otoño llamando a la puerta y es el momento de comenzar a ejercer nuestro derecho a disentir. El nuevo eslogan parece acuñado por el partido comunista de Iglesias en el Gobierno. España puede de otra manera, claro que puede.