El jefe siempre es el jefe

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

Ricardo Rubio - Europa Press

19 ago 2020 . Actualizado a las 09:13 h.

No está siendo Pablo Casado un ejemplo en la gestión de un partido político. Presenta una trayectoria salpicada de derrotas, errores y rectificaciones. Pero en el caso del anunciado cese de Cayetana Álvarez de Toledo, acierta. No porque vaya a centrar el partido, que ya no nos lo creemos; ni por el papel que haya o pudiera desempeñar la portavoz parlamentaria, sino porque precisamente la destitución la ha revelado como desleal, indisciplinada, egocéntrica y distorsionadora. Y eso confirma el acierto.

Rompiendo todas las reglas de confianza, discreción y dignidad propia, Álvarez de Toledo realizó un ajuste de cuentas que no se corresponde ni con la confianza que le dio quien depositó en ella la imagen del partido, ni con la de la propia formación de la que fue su voz. La señora marquesa optó por saltar al vacío al desvelar con pelos y señales, que se dice, las más de dos horas de encuentro en el que Casado le justificó su decisión. Si la ya ex portavoz creyó que con su estrategia dañaba la imagen del presidente popular, ha vuelto a errar. Ese tipo de reuniones gozan, se entiende, de la máxima discreción y lo que allí se dice y se reprocha queda siempre en el ámbito de lo privado. Desvelarlo solo empaña la imagen de quien lo hace.

Pero es que, además, Álvarez de Toledo realizó acusaciones de gravedad que comprometen el futuro para Casado, el PP, sus compañeros parlamentarios y la militancia. Al decir que los partidos no pueden ser una secta deja en el aire que la formación popular lo va a ser, porque además considera su cese un ataque a la libertad y aventura que todo será diferente porque primará el entreguismo. Incluso desacredita a quienes se mantengan en torno al líder al asegurar que precisa a su lado de personas con libertad de criterio, que solo ella tenía. Con otras palabras, que el PP se desprende de la bandera de la libertad, que se lleva puesta, y que los demás no disponen de un pensamiento propio.

A juzgar por la actitud revanchista, Cayetana no solo ha perdido la portavocía popular en el Congreso. También perdió el rumbo. Porque sabe mejor que nadie que la primera regla de este negocio que es que quien te nombra, te cesa. Porque el jefe siempre es el jefe.