Rompiendo esquemas

Ignacio González, CEO de Grupo Nueva Pescanova LUCHA CONTRA EL CORONAVIRUS

OPINIÓN

PILAR CANICOBA

18 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Estamos viviendo una situación excepcional que está suponiendo un reto para empresas, instituciones, familias y gobiernos de todo el mundo. Esta crisis sanitaria y económica, que es inesperada, única y a la que jamás antes nos habíamos enfrentado, tiene unas características singulares que están obligando a las empresas a adaptarse y a que cambiemos nuestras prioridades y estrategias tanto a corto, como a medio y largo plazo.

En Pescanova tenemos la particularidad de que tanto el sector de la alimentación como el de la pesca han sido declarados sectores prioritarios en los 19 países en los que operamos en cuatro continentes, por lo que seguimos trabajando gracias a que las administraciones han entendido que estamos haciendo una labor social: garantizar que los supermercados estén bien abastecidos con productos del mar saludables.

En esta crisis nuestro objetivo número uno ha sido garantizar la seguridad de nuestra gente. Nuestros empleados están admirablemente al pie del cañón y entendiendo muy bien este rol, trabajando en primera línea en la flota, alimentando a los animales que no entienden de cuarentenas en acuicultura o acudiendo a diario a las fábricas. Nuestra dificultad principal ha sido desarrollar protocolos en barcos o en fincas acuícolas, que son lugares de confinamiento pero también pueden serlo de contagio, y hacer llegar EPI a algunos países donde las fronteras han sido, en muchos casos, requisadoras.

Mantener el ánimo de la plantilla, la motivación y que se sienta protegida ante el miedo al contagio y la incertidumbre de no saber dónde está la salida del túnel es fundamental en esta delicada coyuntura provocada por el covid-19, en la que es necesario fomentar la transparencia. Es un gran momento para la comunicación, donde es clave que haya solo una agenda y que la gente sepa perfectamente qué está haciendo la compañía en la que trabaja.

Gracias a todo este esfuerzo, con una inversión de 7 millones de euros en medidas de seguridad para nuestros 10.000 trabajadores, hemos sido capaces de garantizar la seguridad del negocio y poder seguir abasteciendo a la población. Esta crisis ha demostrado la fuerza de la industria alimentaria en su conjunto, ya que por primera vez toda la cadena de suministro hemos sido capaces de trabajar juntos, desde los agricultores, ganaderos o pescadores, hasta el transportista, el proveedor de envases o los empleados de los supermercados. Nos hemos dado cuenta de que unos sin los otros no podemos vivir, sin duda es un aprendizaje para el futuro.

Este sentimiento de unidad también lo hemos visto en las colaboraciones que las empresas han realizado para luchar juntos contra esta enfermedad. Desde el principio hemos entendido que teníamos un posicionamiento privilegiado tanto en la alimentación como en la disponibilidad de EPI, y nos hemos volcado en ambos aspectos. Hemos donado alimentos desde al hospital de campaña de Ifema, en Madrid, a varias ONG de la provincia de Pontevedra. Por otra parte, hemos donado también EPI, especialmente mascarillas, guantes y geles no solo a hospitales de Vigo, sino también a distribuidores, a supermercados y a residencias de ancianos de Madrid y Toledo. Hemos vivido momentos muy especiales, muy humanos, que nos hacen reflexionar sobre cuál es el papel de las empresas en la sociedad.

En este tiempo hemos observado como las prioridades de nuestros consumidores también han variado. Nos estamos enfrentando a un consumidor que tendrá probablemente menos renta, más tiempo para cocinar, que ha descubierto el formato de compra online y que sigue preocupado por la salud. Ante esto trabajamos de manera ágil en dar respuesta a estas necesidades, desarrollando formatos más flexibles, promoviendo la innovación y la alimentación saludable.

Nosotros también nos vemos obligados a evolucionar a marchas forzadas. Esta crisis está convirtiendo a nuestra compañía en una empresa más fuerte, con una nueva filosofía y que está aprendiendo a ser más eficiente. Este aprendizaje nos está sirviendo para asentar las bases de lo que será Grupo Nueva Pescanova en los próximos años: una empresa más sólida, que se anticipa, que rompe esquemas y, sobre todo, que se preocupa por la sociedad.