Si ya vivimos tiempos extraños, una gestación en este escenario puede volverse muy complicada. El embarazo es un período de crisis, de adaptaciones y modificaciones físicas, sociales, familiares, emocionales; un momento de encuentro y revisión, de elaboración de la nueva identidad materna en cuya construcción surgen también miedos, que funcionan como factor protector para la criatura en camino o que acaba de nacer.
En esta emergencia, muchas mujeres embarazadas se acercan con más temor a su maternidad. El miedo a salir de casa y exponerse al contagio, la vivencia de una gestación confinada sin poder disfrutar, compartir y relacionarse con sus cercanos; el hecho de no saber cómo se desarrollará el embarazo y parto, con informaciones acerca de las diferencias en la atención que se brinda (como el temor a no poder estar acompañadas); noticias como el fallecimiento de madre y bebé pueden generar un incremento de la ansiedad, una mayor desestabilización emocional.
Para afrontarlo, en primer lugar debemos seguir los consejos sanitarios básicos que se nos han ofrecido desde el primer momento, eficaces para prevenir el contagio; y también cuidar la salud física, con una buena hidratación, alimentación, y realizando ejercicios ligeros, que junto a un buen descanso tendrán un papel protector a nivel emocional.
Es normal sentir miedo, angustia, tener pensamientos recurrentes. La mujer debe escucharse y compartirlos con su pareja, sin entrar en bucle, centrándose en el presente y realizando actividades que permitan una conexión consigo misma (bailar, escuchar música, relajación…).
Mantén el contacto social y familiar, como videollamadas o redes sociales, donde cada vez vemos más grupos de apoyo de madres y embarazo donde compartir la experiencia de la maternidad. Evitemos saturarnos de información, acudamos a fuentes fiables obviando todas aquellas noticias que puedan desestabilizarnos por duras o morbosas. La pareja es fundamental; si es soporte y sostén en cualquier gestación, en un embarazo en tiempo de coronavirus, donde el miedo y el aislamiento social pueden estar presentes, cobra una importancia mayor, compartiendo y proporcionando cuidados a la mujer. Y su matrona de referencia, tanto para informarse sobre los protocolos y elaborar el plan de parto, como para expresarle las inquietudes y estado emocional, que en caso de desestabilizarse puede requerir de una atención especializada a la cual derivarán. Vivir una gestación en tiempo de coronavirus no es sencillo, por ello es necesario vivir el presente y, con todo el humor posible y el apoyo de la pareja, conectar con el bebé.