Con usted no, ministra

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

Ballesteros | Efe

09 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya solo queda manifestarnos por nosotros mismos: seres humanos. Por todos. Lo digo yo, que me he declarado mil veces feminista. Lo digo porque lo soy y lo seguiré siendo, aunque quieran echarme a patadas de este lugar de derechos comunes, de libertad y reivindicación. Eso era el feminismo. Es el feminismo en el que creo. El que incluye y no excluye, el que huye del rencor al hombre. Ese que reivindica las mismas oportunidades y derechos y presencia social para las mujeres. El que lo hace en función de la valía y el mérito. El mismo que rechaza el lugar «florero» para cualquier mujer. Soy feminista, repito, pese a todo. Pese a esta ministra que nos ha caído desde la mano de un hombre, su marido, el vicepresidente: ¿alguien conoce algo más machista y repulsivo? Esta ministra que ha hecho de un desafortunado lema estudiantil un asunto de Estado: sola y borracha quiero llegar a casa. Esta ministra que mezcla churras con merinas en su espantoso y chapucero proyecto de ley de libertad sexual (no lo digo yo, lo dicen sus socios socialistas). Esta ministra que ha convertido a las madres en «progenitor gestante». Esta ministra que cambia el sexo por la identidad de género o la autoidentidad sexual. Esta ministra que ha reducido el papel de la mujer, de las mujeres de antes y las de ahora, que se dejaron la piel en el camino por sus derechos y su libertad. Se ha pedido la dimisión de ministros por asuntos mucho menores. Pero en España ya casi nada importa nada.

Ayer, miles de mujeres se manifestaron en Galicia. Las hay que no han dejado de manifestarse todos los días de su vida. Manifestarse contra la imposición, la carencia de oportunidades, la desigualdad, la violencia. Las conozco de derechas y de izquierdas, por mucho que algunas quieran patentar su identidad ideológica. Las conozco libres y generosas y tan dignas que me emociona hasta pensar sus ojos. Feministas que durante toda su vida cuidaron de sus hijos y su casa y no recibieron nómina alguna. Feministas que dieron la cara en los tiempos más duros y oscuros: tenebrosos, tal vez. Feministas que dijeron no, o que dijeron sí sin necesidad de decirlo. Feministas que deben ser las protagonistas de cada 8 de marzo. Ellas son las que han ganado la batalla contra el olvido y el machismo. Por ellas brindo un día después y con ellas seguiré caminando la rúa de los sueños. Con usted no. Jamás, ministra.