Abascal, líder de la oposición

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

JON NAZCA

23 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Una provocativa ocurrencia de la ultraderecha de Vox está convulsionando nuestras vidas y, al tiempo, haciendo un daño irreparable a los otros partidos de la derecha, PP y Ciudadanos. Los socialistas, por el momento, se sienten cómodos, aunque la delegada para la Violencia de Género haya entrado en pánico y pidiera la aplicación del 155 en Murcia. La resurrección del pin parental, que cierto es que figuraba en el programa de los de Abascal, y la agitación que provoca demuestra, por otra parte, el extraordinario nivel del debate político y social que tenemos en este país.

Aunque lo peor es que la intención de que los padres se sienten junto a sus hijos en el aula para decir al profesor lo que debe o no enseñar porque, según Abascal, la educación en igualdad o el respeto a las personas con distinta orientación sexual son «una excusa para otro tipo de contenidos» como «el adoctrinamiento en juegos eróticos», está desplazando a Pablo Casado del liderazgo de la oposición. Y abriendo una grieta dentro del propio PP, situando a su líder en un equilibrio imposible si quiere ver aprobados los presupuestos de las comunidades que gobierna con Cs y Vox.

Abascal está dando muestras de disponer de una estrategia política que le es favorable, con la que se encuentra muy cómodo y de la que carecen los populares, que parecen caminar a bandazos. Casado contra sí mismo. Porque ahora arremete contra la Ley de Educación aprobada hace siete años por el PP, con su voto, y que conocemos como ley Wert. Hasta ahí lo han llevado los ultras que, además de acaparar la atención y ser el centro del debate, ponen al carismático líder popular, y también a los restos de Cs, en evidencia.

El líder de la oposición no es aquel que dice serlo ni el que aventaja a su adversario en escaños. Lo es quien se alza ante la sociedad como tal, y quien tiene la capacidad de marcar la agenda y debatir de tú a tú con el Gobierno. Y ese papel lo está ejerciendo Abascal y su muchachada ultra. De seguir así las cosas, y ante la actitud de seguidismo de Casado y los suyos, puede que algún día tengamos que pedirles cuentas por haber contribuido a la resurrección y consolidación de los extremistas.