De nuevo la gripe

María José Pereira Rodríguez FIRMA INVITADA

OPINIÓN

GVA

11 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El virus de la gripe infecta cada año a entre un 5 y 15 % de la población y esto hace que inevitablemente debamos ocuparnos y preocuparnos de ella. En la mayoría de los casos se presenta como una enfermedad leve que se resuelve en unos días. Sin embargo, cuando afecta a población de especial riesgo como los adultos mayores, personas con enfermedades crónicas -EPOC, diabetes mellitus, insuficiencia renal...- o estados como el embarazo, la gripe puede determinar complicaciones que agraven seriamente la situación de salud del paciente o incluso determinen la muerte. Esta información se traslada periódicamente tanto a la población como a profesionales sanitarios, pero por diversos motivos, quizá por lo repetido del mensaje o porque afortunadamente las complicaciones derivadas afectan a un porcentaje limitado de personas, existe cierta tendencia a minimizar el impacto que la onda epidémica tiene. Así pues se hace necesario recordar cifras como la de 603 pacientes ingresados con gripe confirmada en el CHUAC en la temporada pasada, de los que 38 precisaron atención en unidades de cuidados intensivo, cuatro en edad pediátrica, o las estimaciones de casi 6.500 fallecimientos en toda España por el virus. Y estos datos se repiten de forma mantenida en los últimos años.

Dicho esto, en estos momentos que la onda epidémica se está iniciando, en lo que debemos hacer hincapié es en el papel activo que todos podemos jugar para minimizar el impacto de la gripe en nuestra salud y en la de nuestra comunidad.

El sistema asistencial debe estar preparado para asumir el incremento de demanda de la población enferma. Para ello es fundamental hacer efectivos los planes de contingencia que cada gerencia ha elaborado, garantizando un adecuado funcionamiento de los diferentes centros y niveles asistenciales, así como dotar ya de circuitos alternativos que permitan manejar con calidad y seguridad a nuestros pacientes, manteniendo además el normal funcionamiento de los servicios a pesar de una afluencia masiva. Me consta que estos son los objetivos del plan de contingencia realizado en el área de A Coruña y Cee.

Pero como decía, esto es cuestión de todos. El sistema sanitario debe estar preparado, pero también la población. Los pacientes incluidos en los grupos de riesgo deberían estar vacunados. En la campaña 2019/20 se ha alcanzado una cobertura vacunal del 60 % en la población mayor de 65 años, cifra que superó aproximadamente en un 3 % a la obtenida en la anterior campaña de vacunación en nuestro área. Enhorabuena por ello, pero debemos seguir mejorando.

Y ahora que la gripe ya esta entre nosotros debemos minimizar la circulación del virus. La gripe se transmite a través de gotitas que eliminamos al toser y estornudar, por ello gestos como cubrirnos boca y nariz cuando tosemos o lavarnos las manos con frecuencia son importantes para limitar la difusión de la enfermedad. Evitar salir de casa hasta la resolución del cuadro también contribuye a disminuir la exposición de otros. En la mayoría de la población la gripe es un cuadro debilitante pero autolimitado en el tiempo, por lo que la solicitud de asistencia debe considerarse sobre todo en caso de pacientes crónicos, situaciones que puedan incrementar el riesgo de complicaciones (embarazo, edades extremas de la vida...) o si existen síntomas de alerta como por ejemplo la dificultad respiratoria, dolor persistente en pecho, fiebre mantenida o agravamiento de enfermedad de base.