La corona y las butifarras

OPINIÓN

POOL | Reuters

20 dic 2019 . Actualizado a las 09:27 h.

Si alguna virtud ha de tener el príncipe Carlos de Inglaterra es la paciencia. El hombre lleva 68 años aspirando al trono de su madre. Si acaba siendo rey y lo hace mal, no podrá decir que le faltó entrenamiento. Es toda una vida, 68 años. En algunos lugares del mundo, son dos o tres vidas. En ese tiempo, en España podemos celebrar 180 elecciones generales. Ajenos al affaire español, Isabel II y Charles caminaban ayer tras la corona imperial del Estado. La reina parece concentrada en el discurso que va a pronunciar. El heredero contempla The Crown igual que el padre que mira al niño subido a un árbol, como si la fuerza de su mirada impidiese que cayese al suelo y se hiciera pupa. Esa mirada debe de ser parecida a la de Pablo Iglesias cuando pasa, de incógnito supino estos días, por delante del palacio de la Moncloa. Igual que la de Pedro Sánchez, visto el precio que Junqueras, Torra y Puigdemont han puesto a sus indigestas butifarras.