Sanitario de oro

Xosé Ameixeiras
Xosé Ameixeiras ARA SOLIS

OPINIÓN

10 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Es cosa mía o el mundo está cada vez más loco?». La frase es de la película Joker, pero bien podría preguntárselo cualquiera que observe la pantalla de la vida que nos inunda. Menos mal que entre la prevención de los insomnios de Pedro Sánchez ante el Gobierno que se avecina y la sarta de improperios de sus señorías viene un tiempo de paz, aunque sea ficticia. Trump proclama en sus mítines que los aerogeneradores de los parques eólicos producen cáncer. Es una más de sus ocurrencias, como la de que hay que hacer grandes los retretes. No es por nada, pero este hombre necesitaba los consejos de una tarde de lareira con alguno de nuestros abuelos. Mientras unos se desgañitan por salvar al mundo del cambio climático, el ranchero del Tío Sam se afana en llevarles la contraria y largar ideas adecuadas para el sanitario de oro de Maurizio Cattelan. La gente hacía colas para verlo en el Guggenheim de Nueva York y le fue ofrecido como agasajo al presidente de EE.UU., que pretendía, en cambio, una obra de Van Gogh para engalanar su residencia. Igual no le falta la verdad literal al gran sheriff en su razonar tan cicatero: «Hay mucha agua que cae. Se llama lluvia». Conviene no alarmar, no obstante, advierte el catedrático jubilado Juan Ramón Vidal Romaní, porque aquí cada uno quiere arrimar el ascua a su sardina. Lo que no se alcanza a comprender en esta feria de los disparates son las feroces maledicencias contra Greta Thunberg. Esa niña recuerda al Petronio del cuento de El Conde Lucanor sobre los burladores que le hicieron un paño al rey. Tal vez la mayor ilusión de la vida sea la verdad. El caso es encontrarla.