Sí, estamos muy preocupados

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

Javier Lizón

04 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los factores que influyó en las últimas elecciones fue el miedo a la ultraderecha. Ahora parece como si se hubiera rebajado, pese a que el peligro es mucho mayor. Las encuestas colocan a Vox como tercera fuerza política, esto quiere decir que si PP, Ciudadanos y la extrema derecha sumaran una mayoría para gobernar, Abascal exigiría ser vicepresidente. Por si a alguien le quedaban dudas sobre qué es Vox, uno de sus dirigentes, Ortega Smith, lo ha dejado claro una vez más. Ya no solo pretenden poner fuera de la ley a los partidos independentistas catalanes, sino también al PNV. El ferviente admirador de José Antonio Primo de Rivera lanzó esta amenaza a Aitor Esteban en pleno debate televisivo: «Preocúpese, porque como podamos, le ilegalizamos». En la inmigración también se ha radicalizado. Ahora no solo exige la expulsión de los inmigrantes irregulares, sino que arremete contra los regularizados. Así lo explicitó Abascal al enumerar en un mitin una serie de apellidos de origen extranjero incluidos en una lista de ayudas al alquiler de la Comunidad de Madrid, sin hacer referencia a su nacionalidad real, como si se las hubiesen otorgado por su procedencia y no por cumplir los requisitos legales. Los asistentes respondían con abucheos a cada apellido. Vox ha crecido de forma fulgurante gracias al independentismo y se ha normalizado gracias a Casado y Rivera, que lo han aceptado como socio. De momento, ha conseguido inocular su nocivo ideario en las instituciones en las que es decisivo e impregnar del mismo a los partidos de la derecha. El siguiente paso, si los votantes lo respaldan, será cumplir su programa desde dentro. Sí, señor Smith, no solo el PNV debería estar preocupado, sino todos los demócratas.