Ningún bebé sin despedida

Jose Luis Fernández Trisac AL DÍA

OPINIÓN

16 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El 11 de octubre leí un tuit de Joserra (@jramonfernandez) que decía: «Un prematuro de casi 23 semanas no puede morir en una fría mesa de urgencias. Debe hacerlo en brazos de sus padres. Estas situaciones no pueden suceder y mucho menos debemos aconsejar a los padres que no lo vean porque ‘se van a traumatizar’. El trauma ya se lo han generado». José Ramón Fernández es un pediatra neonatólogo de Cartagena, muy activo en las redes; por supuesto exponía una situación real, por él conocida, y aclaraba que no ocurrió en su hospital.

Yo soy menos activo en redes sociales, pero ante determinadas situaciones suelo reaccionar, y tras rebotar su tuit aporté un comentario: «Es imperdonable que estas cosas ocurran en un centro hospitalario de nuestro entorno. Los protocolos adecuados de duelo perinatal deben ser una obligación del buen profesional y un derecho de las familias».

Ayer se celebró el día internacional de concienciación sobre la muerte gestacional y perinatal. Trata de dar visibilidad a una situación que afecta a los padres de bebés que morirán antes, o poco después, de su nacimiento.

Lo cierto es que es un tema que ha sido despreciado por nuestra sociedad, considerando el fallecimiento de un recién nacido en el medio hospitalario como un problema menor, tratando a las familias que pasan por uno de esos momentos que, sin duda, serán de los peores de sus vidas, de una manera indiferente y paternalista. Permitiéndose hacer recomendaciones del tipo «sois jóvenes y podéis tener más», o desaconsejando a sus padres el verlo, el despedirse de su hijo o hija.

La muerte perinatal incluye la pérdida del hijo proyectado, la de la familia imaginada e idealizada en un futuro común. Los futuros padres recordarán cada cara, palabra y gesto de los profesionales con los que se relacionarán durante todo el proceso, y es nuestra obligación informarlos, respetarlos, apoyarlos y favorecer su duelo. A estas alturas nadie tiene dudas de la necesidad de formación específica de los profesionales sanitarios y no sanitarios que intervienen en el proceso, de reglar y protocolizar en lo posible las intervenciones para llevar a cabo de la mejor manera el proceso ante una muerte perinatal o neonatal. También es evidente la necesidad de dar soporte y cuidar a los cuidadores que con frecuencia nos enfrentamos estas difíciles situaciones.

En Galicia ya estamos trabajando en esa dirección, queda muy poco tiempo para que vea la luz la guía de atención en el proceso de muerte y duelo perinatal, elaborada desde la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia. Sin duda será una herramienta útil que unificará y complementará las actuaciones que se realizan en nuestros hospitales. Y… no, un hijo o una hija no pueden morir sin compañía en una fría mesa de urgencias. Cuando escribo estas letras el tuit de Joserra ya tiene 1.163 me gusta y 287 retuits.