El bloqueo a Cuba es inmoral

Xosé Ramón Amor Pan EN LÍNEA

OPINIÓN

Brooklynn Kascel | europa press

14 oct 2019 . Actualizado a las 05:01 h.

Coordiné el envío de un contenedor de 40 pies (poco más de doce metros) con material diverso para cubrir las necesidades básicas de los más de 600 ancianos del Hogar Santovenia, que regentan en La Habana las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Cuando llegue a mediados de este mes, ¿habrá gasoil para que un camión se lo lleve desde el puerto de Mariel?

«Que Cuba se abra al mundo, y que el mundo se abra a Cuba», pidió en 1998 Juan Pablo II, en la primera visita de un papa a la isla. Tanto él -martillo de comunistas- como sus dos sucesores han hecho lo imposible para que así sea. Y esos esfuerzos iban dando sus frutos. Hasta que llegó Donald Trump. Como el patán que es, entró en el ámbito de las relaciones internacionales como un elefante en cacharrería.

La transición cubana nunca será el resultado de la presión externa sino el producto de una evolución interna natural: los jóvenes cubanos de hoy no tienen nada que ver con los de hace 20 años. El acceso a Internet, la posibilidad de viajar al exterior y los millones de turistas que cada año visitan el país lo han hecho posible. Súmese a eso la paulatina desaparición de quienes hicieron la revolución y tendremos el caldo de cultivo idóneo para dicha transición.

Si alguna vez el bloqueo económico a Cuba tuvo algún sentido, cosa que dudo, ciertamente hoy no lo tiene: solo perjudica al pueblo cubano y dificulta esa transición por la que tantos trabajan. Por eso resulta inmoral.