Fin del divorcio exprés indio

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

04 ago 2019 . Actualizado a las 08:43 h.

Cuando mi madre quiso viajar al extranjero por primera vez, precisó de la autorización de mi abuelo ya que no había cumplido los 21 y en los años cincuenta las mujeres eran consideradas menores a esa edad. Dos décadas después, ya casada, necesitó la autorización de mi padre para abrir una cuenta bancaria. Parece que estamos hablando de hace siglos, pero lo cierto es que no han transcurrido ni cinco décadas. De hecho, en diciembre todavía celebraremos el 88 aniversario del derecho al voto femenino. 

Con todo, los logros en el ámbito de los derechos y libertades para las mujeres, aun siendo muchos, distan de ser los deseables, porque todavía existe un abismo en muchos ámbitos, desde el más privado e íntimo como es el de la pareja -a la vista de la sucesión de asesinatos de mujeres y niños a manos de los hombres y de las violaciones en grupo- hasta el más público como el laboral -donde el techo de cristal sigue siendo una realidad por las dificultades para conciliar cuando hay hijos o mayores dependientes- . Y, aún así, estamos a años luz de muchos países, sobre todo, del tercer mundo.

Por ello, debemos celebrar dos pequeños avances legales, pero enormes en su implicación social. Por una parte, el Parlamento de la India acaba de respaldar la prohibición del divorcio exprés musulmán. Esto supone ilegalizar la práctica de los hombres musulmanes, por la cual, con la simple expresión en alto de la Talaq (te divorcio) tres veces consecutivas podían dejar a sus mujeres sometiéndolas a un régimen de indefensión total.

Por otra parte, la gaceta estatal Um al Qura de Arabia Saudí acaba de sancionar legalmente el derecho de las mujeres mayores de 21 años a solicitar un pasaporte y viajar al extranjero sin la necesidad de autorización de un varón de su familia. También podrán registrar nacimientos, defunciones, matrimonios y divorcios y, lo que es muy importante, solicitar la tutela de menores.

Mucho camino por recorrer, pero avanzando paso a paso.