Jácome, un alcalde letal para Ourense

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

MIGUEL VILLAR

19 jun 2019 . Actualizado a las 09:17 h.

La ciudad de Ourense tiene nuevo alcalde. Y no es un alcalde cualquiera, es un alcalde letal para la ciudad, a decir del presidente de la Xunta, Núñez Feijoo. La cosa no daría para más si no fuese porque, precisamente, el partido que lidera Feijoo ha sido el que ha posibilitado lo que ese alcalde letal califica como «carambola»; es decir, que presida el ayuntamiento.

Resulta difícil de entender y más de razonar y justificar algunas de las coaliciones, alianzas y apoyos producidas en la constitución de los nuevos ayuntamientos. Pero lo de Ourense requiere de un máster en el arte del disparate y la degeneración política. Y, aún así, no va a ser fácil comprenderlo. Porque, como diría la erudita Leire Pajín, se han aliado las fuerzas para que se produjera un acontecimiento histórico en nuestro planeta.

Solo así se entiende que después de años y años teniendo en el punto de mira a padre e hijo de la familia Baltar, el estrafalario Pérez Jácome acabara por decidir que quien, en su opinión, es «loco», «cacique» y «psicópata con corbata» se mantenga al frente de la Diputación ourensana. Tan difícil como asumir que un partido con responsabilidades de gobierno ponga la tercera ciudad de Galicia y a sus más de 105.000 habitantes en manos de un alcalde letal, que es cómo lo considera el presidente de Galicia, Núñez Feijoo.

Todo tiene un límite. Y no todo vale. También las ansias de gobernar. Y queda la impresión de que, en Ourense, Democracia Ourensana y PP han dado un paso que supone un salto al vacío. Sin red. Porque quien hace unos meses era un «loco» y un «psicópata», lo sigue siendo. Y quien era un alcalde letal para la capital, también lo sigue siendo. Estas acusaciones no son chaleco de quita y pon, ni se van aplicando un quitamanchas. Y como no se van, acaban pasando factura. Y el entregar una ciudad a un alcalde letal puede que no le salga gratis al PP.