Alcaldes para la distensión

Carlos Agulló Leal
Carlos Agulló EL CHAFLÁN

OPINIÓN

16 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En menos de dos años, el PSOE pasó en la provincia de A Coruña, territorio esencial para sustentar el andamiaje del partido en Galicia, de estar en riesgo de convertirse en una fuerza poco menos que testimonial a recuperar las alcaldías de las tres principales concentraciones urbanas: A Coruña, Santiago y Ferrol. Lo hace en unas circunstancias de debilidad numérica que van a obligar a los nuevos alcaldes socialistas a emplearse con mucha mano izquierda, pero también con buen manejo de la derecha. A Bugallo le llegaron sus propios votos por ser la fuerza más votada. Inés Rey y Ángel Mato logran las investiduras con los apoyos del BNG y las mareas hasta ahora gobernantes en sus ciudades. Pero los tres arrancan el mandato con la incertidumbre del alcance y consistencia de los acuerdos que puedan cerrar con esas formaciones para dar estabilidad a sus gobiernos.

La recuperación del PSOE en la provincia de A Coruña tiene su reflejo en la Diputación. Pese al avance del PP, que gana un diputado, los socialistas pasan de 8 a 11, lo que le permitirá a Valentín González Formoso retener la presidencia con el apoyo del Bloque. Algo similar sucederá en Lugo, donde al PP no le bastó con ser la fuerza más votada en la provincia para recuperar uno de los bastiones tradicionales del PP gallego y donde el PSOE no solo retiene enclaves importantes como la propia capital o Viveiro, sino que se hace por primera vez con la simbólica plaza de Vilalba.

Es precisamente la experiencia de gobierno compartido con los nacionalistas en la Diputación de A Coruña lo que está tratando de hacer valer el PSOE para cerrar acuerdos con el BNG que garanticen una cierta estabilidad en los ayuntamientos. Aunque, si esa situación llega a producirse, aún precisaría de los votos de las mareas, si no para formar parte del gobierno (como quiere el ex alcalde de Ferrol, pese al varapalo electoral que tuvo que encajar el 26M) sí para sacar adelante las políticas que permitan dinamizar un territorio que necesita recuperar el pulso.

Los socialistas retornan a un espacio que no es ignoto para ellos. Ni en Santiago, donde Sánchez Bugallo ya fue alcalde, ni en Ferrol, donde Ángel Mato fue concejal delegado de Urbanismo con el alcalde Irisarri. Inés Rey ocupará en A Coruña el mismo sillón desde el que gobernó Francisco Vázquez con amplias mayorías absolutas, alguna poco menos holgada que la que tiene ahora Abel Caballero en Vigo. En los discursos de investidura de ayer hay un hilo común: es tiempo para la distensión. Inspirados por unos resultados electorales que dan alcaldías aunque no mayorías suficientes, pero también por la experiencia del mandato que termina. La ventaja de estos gobiernos que llegan sobre los que marchan debería ser que los respaldan unas siglas de las que se espera más madurez y menos soberbia.