Donald Trump, tremendo

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

05 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las palabras favoritas de Donald Trump, si se tiene en cuenta el uso, es «tremendo». El presidente estadounidense promete un acuerdo comercial «tremendo» con un Reino Unido libre del yugo de Europa, anticipa un feliz intercambio de productos en el que los británicos podrán sin complejos de los célebres pollos clorados estadounidenses que les hurta la aviesa UE. Mientras el magnate aplica el fuelle para avivar el fuego del brexit, se pierde otras cosas que suceden en casa. Pero para que el inquilino de la Casa Blanca se entere a pesar de la distancia a la que está de muchos de sus compatriotas (que no solo se mide en kilómetros), The Guardian acaba de publicar la historia de la familia Cavatore. Su tragedia es al mismo tiempo el fracaso de Barak Obama y de Donald Trump. Porque James Cavatore nació cuando acababa el mandato del demócrata. Su vida fue, prácticamente, hospitalaria. Siete meses de operaciones, tratamientos, emergencias. Siete meses fue la edad a la que murió. A pesar de su breve paso por Houston, dejó una herencia gigantesca. Tanto, que amenaza con hundir a sus padres y a su hermano gemelo. A casa llegó una factura de casi un millón de dólares. Los Cavatore tenían un seguro privado (supuestamente). Casi tres años después del funeral de su bebé siguen batallando con las deudas, la sal que el sistema añade cada día a la otra herida. A los que defienden la sanidad privada como una gran solución para aliviar de impuestos a las clases medias y otorgarles libertad habría que recordarles casos como el del pequeño James. Bastaría con repasar toda la sucesión de acontecimientos para acabar citando al propio Trump: tremendo.