Chanel cien por cien

José María Paz Gago PROFESOR DEL MÁSTER DE MODA UDC

OPINIÓN

20 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hermético y severo, siempre oculta su mirada tras unos cristales oscuros, el káiser de la moda nos ha dejado en los estertores del invierno con la misma discreción que mantuvo a lo largo de toda su vida. En la dureza de su carácter y en su falta de corrección política parecía ya mimetizarse con la mítica fundadora de la prestigiosa marca de alta costura a la que dedicó la mitad de su vida. Director creativo de Chanel durante casi cuatro décadas, la seña de identidad de su trabajo fue la fidelidad estricta al espíritu y al estilo inconfundible de Coco Chanel, fidelidad traducida en su uso ininterrumpido del tweed, el tejido escocés que Madame empezó a utilizar profusamente desde los años veinte. Sobre la base creativa del célebre traje de chaqueta femenino en tweed cien por cien Chanel, Karl Lagerfeld elaboró y reelaboró, diseñó y rediseñó, reformuló e innovó con audacia los fundamentos de la marca francesa con la que se identificó irremisiblemente. Cada una de sus colecciones ha sido una reinterpretación más o menos original de los diseños de su musa y maestra.

Clasicista por convicción, el káiser renunció a las extravagancias y fantasías de muchos de sus colegas de profesión para permanecer fiel al espíritu de la creadora de moda más carismática de la historia, sin renunciar a modernizar y rejuvenecer la marca parisina. Es conocida la máxima de Coco: «la moda pasa, el estilo permanece». Es ese el estilo que quiso perpetuar Lagerfeld, la elegancia refinada pero cómoda, exquisita pero confortable, de la mujer contemporánea, para permanecer siempre fiel a lo que el escritor Paul Morand, biógrafo de la modista, definió como el aire de Chanel (L’allure de Chanel).