Entrar por la cara

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto CRÓNICAS DEL GRAFENO

OPINIÓN

07 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Acceder al Mobile World Congress requiere un laborioso proceso de registro e identificación. Los asistentes deben recoger su acreditación (se puede hacer en el aeropuerto o en unos stand colocados en el pabellón de entrada de la feria), y, posteriormente, pasar un doble control donde primero un empleado y luego una máquina validan la tarjeta personal e intransferible. Son medidas de seguridad imprescindibles para que nadie sin autorización pueda colarse en un evento que reúne a decenas de miles de personas y cuyos pases cuestan desde 800 hasta 4.000 euros, dependiendo de las características del mismo. Pero también suponen que los visitantes tengan que hacer tediosas colas y el proceso de acceso al recinto se demore más tiempo del necesario.

Para agilizar este tipo de situaciones, la empresa gallega Tecalis ha desarrollado un kiosco digital con una cámara de alta definición que identifica personas usando sistemas avanzados, desde el reconocimiento facial a la tecnología blockchain, permitiendo una autentificación instantánea, válida y automatizada. Y lo van a lanzar precisamente en la nueva edición de Mobile, que se inaugura el próximo 25 de febrero.

Al mostrar su documento identificativo a la cámara (un DNI, un pasaporte...), tanto el anverso como el reverso, el kiosco lee toda la información contenida en él y cumplimenta los formularios de manera automática. A continuación exige al usuario que se haga un selfi en la cámara de alta definición, para que el sistema pueda corroborar que la imagen del documento de identidad aportado y la foto captada pertenecen a la misma persona. Y además ejecuta lo que se denomina «prueba de vida», para evitar que alguien pueda engañar a la cámara colocando delante una fotografía de otra persona o incluso una careta.

Eventos masivos como conciertos, puntos de acceso de empleados y visitantes a instalaciones, trámites en administraciones, activación de tarjetas prepago o solicitudes de préstamos son algunas de las múltiples posibilidades de esta herramienta. Todo ideado y desarrollado en Galicia por una startup nacida hace solo siete años y que ya se ha expandido internacionalmente. El nuevo Silicon Valley puede estar en cualquier parte.