El huachicol

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

Jorge Dan López

21 ene 2019 . Actualizado a las 07:58 h.

El diario mexicano El Universal titula: «‘Me colmaron el plato con el huachicoleo’, afirma AMLO». Se trata de Andrés Manuel López Obrador, el nuevo presidente del país, que viene a decir que le han agotado la paciencia con el robo de combustibles. Huachicoleo, la palabra que da nombre a esa acción delictiva, se ha convertido en una de las más usadas estos días en aquel país, junto con huachicol, la gasolina robada. 

Hastiado de que organizaciones de capos como el Mencho, el Marro y el Bukanas roben a la empresa estatal de petróleos el equivalente a ochocientos camiones cisterna diarios, López Obrador ha puesto en marcha un plan que ha supuesto el cierre de varios oleoductos y el traslado del combustible a las gasolineras por carretera. Entre eso y el ordeño de ductos, se ha generado una crisis de suministro que ha paralizado empresas y alterado la vida de muchas personas. 

Hay varias tesis sobre el origen de huachicol. Según una, deriva de la palabra maya waach, que además de dar nombre a los militares y a la diarrea, hace referencia en Yucatán a quienes proceden de fuera de aquella península. En algunos lugares también se aplica a los ladrones. Se adaptó al español como guache o huache (falso, de mala calidad). Y de ahí surgió huachicol, que inicialmente designó una bebida alcohólica adulterada, de pésima calidad. Venía a ser el metílico de por allá. Sus vendedores eran los huachicoleros, nombre que pasó a quienes vendían gasolina mezclada con agua y más tarde a los ladrones de combustible. 

También se ha relacionado huachicol con los huaches o huachichiles, un grupo étnico que usaba el peyote en sus ceremonias y elaboraba bebidas alcohólicas con maguey y otros vegetales. La tesis menos difundida es la que vincula huachicol con el latín aquate (aguado). Este se convirtió en el francés gouache para designar la técnica pictórica que aquí llamamos aguada, y en el español de México se usó en algún momento como guach

En los diccionarios no aparecen estos términos. Tan solo el Diccionario del español de México, de El Colegio de México, registra huachicolero, del que dice que es el «delincuente que se dedica a robar gasolina perforando los oleoductos que la conducen». 

No es fácil que huachicol llegue a dar el salto a España, entre otras cosas porque ese tipo de delitos no son frecuentes aquí, donde los mangantes locales han desarrollado otras técnicas para hacerse con lo ajeno.