Las resoluciones judiciales deben ser acatadas, pero también pueden ser criticadas. Y quien esto escribe manifiesta su más contundente discrepancia con el auto de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra por el que se dicta la libertad provisional de los miembros de La Manada.
Los argumentos que esgrimen dos de los tres magistrados se caen por su propio peso. ¿Que no existe riesgo de fuga por carecer de dinero los condenados? De Perogrullo. Quienes tan cobardemente han cometido semejante barbarie con una joven de 18 años, no van a dejar de atracar una joyería para procurarse el caudal necesario para desaparecer y así evitar cumplir los años que les restan de prisión.
Con respecto a que residen a más de 500 kilómetros de la víctima, poco se puede decir. Esa distancia se cubre en cuatro horas en coche y, además, no solo se trata de proteger a la muchacha violada en Pamplona, sino a cualquier otra mujer que se cruce con estos indeseables durante el tiempo que dure su excarcelación. No pasemos por alto que cuatro de los cinco condenados tienen causas pendientes por hechos análogos.
Resulta tan kafkiana esta situación que casi no vale la pena recordar que el único delincuente que prácticamente siempre reincide es el agresor sexual.