Lo mejor, elecciones ya

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

Javier Lizón

31 may 2018 . Actualizado a las 16:15 h.

Cambio radical de previsiones. Hoy se llega a la moción de censura sin que el Gobierno ni su partido hayan conseguido contener las adhesiones que logró Pedro Sánchez. Y así, el éxito de la moción, que en principio parecía inviable, se ha convertido en una posibilidad. El debate comenzará en una situación de práctico empate en que el PNV es el llamado a decidir, como ya ocurrió con los Presupuestos del Estado. El mismo partido que hace nada le dio estabilidad a Rajoy días después vuelve a tener la llave nada menos que de su caída, en una dramática decisión de traicionar a quien acaba de respaldar a cambio de sustanciosos beneficios (540 millones de euros) o ser la gran excepción entre los nacionalistas e independentistas.

En el momento de escribir esta crónica, la novedad es que no hay novedad: el PNV decidirá hoy en una reunión extraordinaria y circulan todas las hipótesis. La más creíble es que opte por la abstención, con lo cual Rajoy seguiría y se abriría paso la segunda moción: la que Podemos le arrebató a Ciudadanos y que busca también el derribo del Gobierno, pero con la finalidad única de convocar elecciones. La hipótesis de dimisión voluntaria de Rajoy no entra en los cálculos. Fuentes de la Moncloa solo aseguran que el presidente estará hoy en el Congreso, en la moción de censura, «con toda normalidad».

No vale la pena entretenerse en cálculos ni especulaciones. Lo único cierto es que nos encontramos en uno de los momentos más difíciles de la democracia. Y este cronista mantiene y mantendrá sus dudas de que el derribo del Gobierno sea la mejor solución, habiendo otras como la mencionada de forzar un adelanto de las elecciones. La amalgama de apoyos que recibirá el señor Sánchez no es garantía de coherencia en el desarrollo de su programa de gobierno. El número de escaños que tiene el Partido Socialista en el Congreso tampoco es garantía de estabilidad. La mayoría absoluta que el partido que van a derribar tiene en el Senado hace temer un bloqueo constante de las leyes, si es que se consigue aprobar alguna en el Congreso. La petición de coalición progresista que ofrece o impone Pablo Iglesias llevaría a un Gobierno demasiado radical si Pedro Sánchez la acepta. La suma de factores negativos no creo que sirva para asentar la recuperación económica, porque nos instala en una perspectiva de inquietante inestabilidad.

Sánchez asegura que, si gana, convocará elecciones en un plazo corto de tiempo. Supongo que hoy nos dirá cuál es ese plazo. Y este cronista sigue haciendo la reflexión de siempre: para gobernar unos meses, mejor elecciones ya y dejarse de veleidades de ocupar la Moncloa. Las elecciones dan más legitimidad. Incluso para cargarse a Rajoy.