2018, el año del Big Data

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto CRÓNICAS DEL GRAFENO

OPINIÓN

21 dic 2017 . Actualizado a las 13:32 h.

Entre las palabras que podrían resumir el año tecnológico figuran por derecho propio fake news, ransomware o blockchain, pero hay un término -más bien un concepto- que está en boca de todo el mundo: Big Data. Coloquialmente sería la manera de aprovechar y sacar partido a los gigantescos volúmenes de información que se producen a diario.

El Spain Business School asegura en un informe que el 2018 será un año de generalización y consolidación de este ecosistema en el que los datos gobiernan gran parte de nuestras vidas, porque alguien los explota y los transforma en valor. Teniendo en cuenta que cada vez habrá una mayor colaboración entre humanos y máquinas gracias a las interfaces mejoradas, a la mejora en las soluciones de analítica e inteligencia empresarial y al desplazamiento de recursos a la nube, el Big Data será uno de los grandes protagonistas del próximo año.

El estudio destaca varias tendencias que se acentuarán, como la utilización por parte de las start-ups de datos relativos al comportamiento de los clientes para tomar decisiones basadas en información en tiempo real. También aumentará la convergencia entre el ecosistema de Big Data y el Internet de las cosas, y las plataformas de conversación automatizada (los famosos bots) alcanzarán su punto de inflexión e impulsarán el siguiente gran cambio del paradigma de cómo los seres humanos interactúan con el mundo digital. 

Coche autónomo

El Big Data está detrás de todo, desde el coche autónomo -que a algunos les parecerá ciencia ficción pero no lo duden, lo veremos o, mejor dicho, lo viviremos- a la tecnología de cadenas de bloques, que revolucionará los actuales mecanismos centralizados de transacciones económicas y mantenimiento de registros. El blockchain puede servir como base de muchas aplicaciones potenciales, incluyendo la actividad de la Administración Pública, el cuidado de la salud, la fabricación de bienes y servicios, la verificación de identidades... Vamos a pasar del gobierno de las empresas a que nos gobiernen los datos, y las políticas se diseñarán y aplicarán en función de lo que digan estos.