La aritmética del 21D

Antoni Zabalza DESDE CATALUÑA

OPINIÓN

Dirk Waem | Dpa

18 dic 2017 . Actualizado a las 08:05 h.

Las encuestas del pasado viernes, de Metroscopia para El País y GESOP para El Periódico, sobre las elecciones catalanas del 21D son lo suficientemente distintas como para creer que están reflejando estimaciones extremas y que por tanto un promedio de las mismas, más una forma razonable de estimar escaños, puede ser un ejercicio informativo acerca de la estructura esperada del voto. Lo que sigue es la aritmética que sale del mismo.

Para una participación del 80,75%, los tres partidos independentistas -Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Junts per Catalunya (JxC) y la CUP- con 66 escaños, 2 por debajo de la mayoría del Parlament, no podrán repetir la fórmula de gobierno de la pasada legislatura. Una vez más, tampoco podrán decir que han obtenido la mayoría de los votos. De un total de 4.468.118 votos válidos, sólo conseguirán 2.004.724; una cifra respetable, pero sólo un 44,9% del voto válido. Casi 3 puntos por debajo del 47,8% que obtuvieron en las pasadas elecciones autonómicas. El apoyo a la independencia mengua.

El movimiento, sin embargo, no está en el área independentista sino en el campo de los partidos no independentistas. C’s, PSC y PP obtienen 58 escaños y CeC (Catalunya en Comú-Podem) 11. Los partidos no independentistas, con 69 escaños, tienen la mayoría. C’s es la fuerza más votada (un 23,3% frente a un 22,7% de ERC), aunque no la que tiene más escaños (sólo 32 frente a los 35 de ERC). Podría naturalmente aspirar a presidir el gobierno. El problema es que ni siquiera con la colaboración del PSC y el PP (20 y 6 escaños respectivamente) puede asegurar la mayoría. Necesitaría los 11 escaños de CeC, que le han sido explícitamente denegados.

También es difícil que CeC se sume a la CUP para apoyar a un posible gobierno de ERC y JxC. Descartados pues un gobierno independentista presidido por ERC y otro no independentista presidido por C’s, la única posibilidad restante es un gobierno no independentista del PSC y CeC, presidido por el PSC y apoyado por C’s y el PP. Sería un gobierno que dispondría de sólo 31 escaños, pero contaría con el apoyo de los 38 escaños de C’s y del PP.

Es una salida difícil pero posible si la coalición PSC-CeC basa su gobierno en un pacto centrado en cuestiones de política económica y social, y orientado a restañar las heridas de la crisis y a mitigar la fractura social causada por el episodio independentista. Un gobierno comprometido con el ejercicio del parlamentarismo representativo, que deje fuera de límites la reivindicación de cualquier método plebiscitario.

Si C’s y el PP valoran suficientemente la gobernabilidad de Cataluña, deberían prestar apoyo a esta coalición. Si C’s quiere consolidar su futuro en España, debería sacrificarse en aras a la solución de este serio problema de Estado. Y CeC, más que renuncias, debería ver en este pacto una legislatura tranquila para abordar los graves problemas de desigualdad y pobreza que Cataluña presenta. Fuera de esto sólo queda el artículo 155 y esperar a unas nuevas elecciones.