Trump en Japón

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

07 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Segunda Guerra Mundial supuso la casi total destrucción de Europa. El terrible conflicto armado arrasó las principales ciudades de Alemania, Polonia, Bélgica... Pero, si hubo un país que sufrió como ninguno las consecuencias de este enfrentamiento fue Japón. Las bombas nucleares lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki marcaron un antes y un después en la forma de entender la guerra hasta el punto de cambiar la percepción de que no todo vale para ganar al enemigo, por lo menos en occidente. La rendición total conllevó la aprobación de una constitución pacifista en 1947. En su artículo 9 se estipuló que «el pueblo japonés renuncia para siempre a la guerra como derecho y a la amenaza o al uso de la fuerza como medio de solución en disputas internacionales». Este artículo estableció que Japón no tendría fuerzas armadas.

Setenta años después, si bien el carácter pacifista de Japón no está en cuestión, sí se ve una clara tendencia a apoyar la creación de un ejército operativo. Las constantes amenazas de Corea del Norte, cuyos misiles han sobrevolado territorio nipón, han servido de base a la campaña de Shinzo Abe para modificar el artículo 9. La mayoría de la coalición formada por su Partido Liberal Democrático, que obtuvo 284 escaños, con los 29 de su socio, el Komeito le otorgaron más de los dos tercios de la Dieta necesarios para la reforma constitucional. Esa reforma se enmarca en el cambio de paradigma defensivo en el Pacífico liderado por Trump y que tiene por objetivo disuadir a los norcoreanos. Una disuasión que, hasta el momento, ha sido verbal pero que con la visita de Trump a la región puede dejar de serlo.