Sigue la refriega

Ernesto Sánchez Pombo
ernesto sánchez pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

31 oct 2017 . Actualizado a las 11:02 h.

Si alguien se creía que con la aplicación del 155 había terminado el lío catalán, es que no ha seguido con atención la forma de actuar del expresidente Puigdemont y los suyos. Desde que se inició el procés, y va ya para cinco años, han trazado una estrategia que pasa en gran parte por el despiste del contrario. Juegan como nadie con el engaño, las medias verdades y las insinuaciones, sin decir lo que quiere decir y dejando a la interpretación colectiva sus intenciones. Ayer continuó el juego. Solo minutos después de saberse que la Fiscalía realizaba unas acusaciones gravísimas a los responsables del ratito que existió la independencia y concretamente al ex de los delitos de rebelión, sedición y malversación, que llevan aparejadas condenas que nos parecen eternas, Puchi hacía una aparición digna del mago Houdini a casi 1.500 kilómetros de su residencia habitual. En Bruselas, la capital de Europa. Aun sin conocer sus pretensiones, hay que reconocerle el mérito para acaparar protagonismo y al tiempo, la desorientación.

Las lecturas de su presencia en la capital europea oscilaron entre la petición de asilo y la formación de un gobierno en el exilio, a decir de esa gran figura de la canción, Lluis Llach. Por supuesto no faltaron quienes entendieran que se trataba de una fuga en toda regla. Las interpretaciones incluyeron también la aceptación de que la república solo existió un ratito, que Govern y Parlament están disueltos y que claudicaba ante el 155; apoyadas por el anuncio de PDECat y ERC de ir a las elecciones de diciembre. No hay que hacerse ilusiones.

Puigdemont y sus cinco consellers no viajaron a Bruselas a conocer la Gran Place, el Atomiun y el Manneken Pis. Ya lo conocen. El viaje hay que enclavarlo en una estrategia planificada minuciosamente, como todas las que llevaron a cabo, encaminada a internacionalizar sus reivindicaciones. El Govern no se ha rendido, ni ha aceptado la intervención de Mariano Rajoy. No han hecho un recorrido de años para ahora capitular amistosamente. Lo único que sabemos es que la refriega continúa.