Y la televisión se desconectó

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

OPINIÓN

17 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No deja de ser un tanto paradójico que sean los espectadores los que finalmente acaben llamando a las televisiones para reclamar información. Eso fue lo que sucedió el domingo por la noche, cuando a medida que iban llegando las imágenes a las webs de los periódicos y a nuestras redes sociales, entendimos el horror que estábamos sufriendo. Galicia ardía, pero en las televisiones públicas no se hizo mención hasta muy tarde. Es cierto que un poco antes de once de la noche la TVG se puso las pilas y desde ese momento arrancó un especial, pero en TVE el programa de entretenimiento de Carlos Herrera continuó sin ningún sonrojo. Pero como nos estamos acostumbrando a esta falta de respeto, a esta anormalidad, a este bochorno, pues ya ni protestamos. Y si lo hacemos, es solo con la boca pequeña. Nos hemos hecho a no preguntar a los políticos en las ruedas de prensa, nos hemos acostumbrado a que no nos respondan a lo importante, a que nos tomen por el pito del sereno y nos hemos hecho a una televisión pública que no nos informa cuando sucede algo gravísimo. Así que con este panorama, hay que darle el aplauso a Ana Pastor que con todo su Objetivo preparado para Cataluña tuvo la honestidad y el pulso de girarlo en directo para contar lo estaba pasando en Galicia. En un mundo normal, este gesto no tendría más valor, pero en este en que vivimos es para darle una ovación.