«No sirve de ná»

Javier Guitián
Javier Guitián EN OCASIONES VEO GRELOS

OPINIÓN

14 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

He leído en la prensa que responsables del gobierno vasco han recomendado evitar algunas canciones en las fiestas por sus letras machistas, especialmente la popular Despacito. También algunos ayuntamientos han aconsejado a sus establecimientos no poner reguetón, suponiendo que eso sea música, u otros ritmos cuyas letras puedan herir la sensibilidad de quienes los escuchan. La polémica está servida. Para que quede clara mi posición, vaya por delante que no quiero frivolizar sobre un asunto tan serio como la violencia de género, las agresiones machistas en las fiestas o los comportamientos que suponen un atentado a los derechos y dignidad de las mujeres, o de otros colectivos. Sin embargo, creo sinceramente que ese no es el camino. Si recuerdan a Peret: «Si le paras a una rubia, cuando vas por la autopista, y luego es un estopista, no sirve de ná». Y los geniales Gabi, Fofo y Miliki, con la niña que no fue a jugar porque tenía que planchar, o la mítica Libertad sin ira en que la gente de bien es retratada como los que «solo desean su pan, su hembra y la fiesta en paz». Vaya con el himno de la Transición. Si vamos al inglés, pues más de lo mismo, escuchen a Police en el clásico Every Breath You Take se sorprenderán: «Cada aliento que tomes, cada movimiento que hagas, cada atadura que rompas, cada paso que des, te estaré vigilando» o a los Beatles en Run for your life: («Prefiero verte muerta que con otro hombre»). También hay canciones en que la gente fumando espera o que nos invitan a entregarnos al vino. Otras hacen apología de las drogas o nos proponen cruzar en rojo los semáforos. ¿Qué vamos a hacer con ellas? En mi opinión, salvo en casos de delitos evidentes de odio o discriminación, para los que existen vías penales precisas, la única solución es la educación. Nada se va a resolver sustituyendo esas canciones por Jodida pero contenta, de Buika o Respect, de Aretha Franklin, como proponen, por más que a mí me gusten. Créanme, un ceporro hasta las orejas de kalimotxo se trastorna igual con el Ave María de Haendel que con el de Bisbal. «No sirve de ná». Me parece mucho más importante preocuparnos, por ejemplo, de las condiciones laborales que sufren las camareras de esos locales. Tratar de cambiar las cosas recomendando no pinchar una canción que tiene más de mil millones de descargas en la Red es absurdo y, como diría Peret: no sirve de ná». En fin, mi recomendación para evitar problemas es poner siempre el famoso himno Amigos para siempre, nonaino naino ná, así no discutiremos por la letra.