A En Marea no le salen las cuentas, y ofrece un frente común a PSdeG y BNG contra el PP. Ellos saben que el problema no son los populares, sino su candidato, por lo que una vez más hacen uso del tan manido «todos contra Feijoo». Cojamos por separado a los socios fundadores de En Marea y al PSdeG. ¿Qué tienen en común los leninistas de Podemos con los socialdemócratas del PSdeG? ¿Y los internacionalistas de Esquerda Unida con los nacionalistas de Beiras y del BNG? Busquemos igualmente un punto en común entre Podemos y los partidos nacionalistas gallegos. ¿Y entre estos y el PSdeG? Jamás lo encontraremos porque no existe.
Tal es el galimatías que saldrá de ese hipotético frente popular contra Feijoo, que confiemos en que en las filas del socialismo gallego prevalezca el sentido común, y se limiten a hacer la guerra por su cuenta. De entrarle al trapo a En Marea la recién llegada izquierda radical fagocitaría a un partido que ha resultado fundamental en la política gallega de los últimos treinta años, y lo relegaría a servir el café cuando para ello fuese requerido. Los que no queremos experimentos ni con gaseosa, estamos tranquilos al observar el pánico que el frente marxista-leninista-nacionalista radical aparenta tenerle al de Os Peares. De no ser así, y de no llevarse entre ellos como el rosario de la aurora, evidentemente no se acordarían para nada del PSdeG. El presidente Feijoo debe estar ciertamente orgulloso de que la izquierda radical gallega lo tenga como única obsesión. Que después de los chaparrones que han caído, y que ha tenido que soportar, lo sigan viendo como invencible objetivo está reservado solo a unos pocos.