Cacería en Soria

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

16 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo del ministro José Manuel Soria ha sido, a decir del también ministro Alonso, «una cacería desde sectores interesados», porque ya se sabe que su nombre «se introdujo por error» en los papeles de Panamá. «Pero ya sabemos que aquí vale todo», según dijo, con su modestia habitual, el portavoz popular, Rafael Hernando.

Así pues, estamos ante un nuevo caso de acoso y derribo de un hombre honesto que ante la «falta de información precisa sobre hechos que ocurrieron hace más de 20 años» decide bajarse del coche oficial. Báñez, Guindos, Margallo y lo que es peor, el titular de Justicia, se aventuraron a desautorizar los documentos en los que figuraban los manejos del canario. No aprenden. Con Soria se ha reproducido la caída de Ana Mato. Cierre de filas, justificaciones, descalificaciones a quienes los denuncian, y al final lo dejan todo, en un servicio inestimable a España.

Hay que no querer ver para no darse cuenta desde el primer momento de que Soria se contradijo, se retractó, rectificó y desmintió todos y cada uno de los documentos, alguno con su firma, que se le fueron presentando. Pero la defensa de los suyos a ultranza los ha llevado a pagar un precio que bien pudieron evitar. Porque no es lo mismo que Soria haya dimitido ahora por la presión social y mediática que si lo hubiera hecho el primer día.

Claro que cabe la posibilidad de que el humilde portavoz Hernando se expresase mal y en vez de hablar de cacería a Soria, quisiera decir cacería en Soria. Que es donde debían estar todos los ministros y la intelectualidad popular que apoyaron a un pillo cuentista.