Medio año más igual, no

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

09 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

M ientras no rompan hay esperanza, decíamos ayer, y la esperanza solo duró unas horas: las que tardó Pablo Iglesias en preparar su discurso de ruptura. Como alguna vez hemos pronosticado, las diversas fases de la negociación no buscaron sinceramente un pacto, sino una disculpa: la de romper, pero echándole la culpa a otro. Nadie quiere llegar a la ya inevitable campaña electoral como el malo de la película y como el intransigente, sino como el partido de los generosos que tropezó con la ambición y el egoísmo de los demás. Así se explica el desenlace de la reunión de los tres, la de las expectativas decepcionadas: Ciudadanos culpó a Podemos, Podemos culpó al PSOE y a Ciudadanos, el PSOE culpó a Podemos y el Partido Popular culpa al PSOE de no querer ni hablar. Ahora, que el pueblo español crea a quien quiera creer.

Las consecuencias políticas son desalentadoras. La falta de cultura de acuerdos en el ámbito del Estado es real y se hizo notar. El Parlamento cometió pecados infantiles. Se han perdido cuatro meses, más los que se perderán en los trámites electorales hasta la dudosa formación de Gobierno allá para septiembre. Se enconaron las relaciones entre partidos, hoy más tensas que en las elecciones de diciembre. El socialismo, que era hasta ahora la alternativa posible, ha demostrado una inquietante debilidad de estrategia y discurso y no consiguió sofocar los asomos de tensiones internas. La derecha gobernante dio una imagen de quietismo que le resultó rentable, pero creó sensación de orfandad en la militancia, espero que temporal. Un Podemos magistral en su estética y en su estrategia demostró que cree que sus ideas son superiores y las únicas defendibles. Y, a juicio de muchos analistas, solo Ciudadanos pasó este período sin merecer críticas y con un cierto liderazgo ético: si no hizo más fue porque no tenía diputados suficientes para hacerlo.

En las novelas policíacas la primera incógnita que resuelve el investigador es a quién beneficia el crimen. En esta historia de los pactos no consumados, también. La pista de las encuestas dice que a Ciudadanos y al PP. Ya veremos.

Ahora la palabra vuelve a ser incertidumbre, con este panorama por delante: casi medio año más de trifulca electoral desatada; con un Gobierno en funciones; con una parálisis que afecta incluso a la jefatura del Estado; con los mercados al ralentí; con los inversores esperando alguna luz; con los partidos insultándose por el fracaso del pacto; con los grupos parlamentarios armando grescas inútiles...

Y todo para volver probablemente a lo mismo, porque no conozco a nadie que quiera cambiar su voto. ¿Lo resiste este país? Este país demostró que lo resiste todo. Pero tampoco hay que abusar.