Me llama un amigo, todo enfadado: «Oye, ¿cómo es que el padre Ángel tiene el valor de presentar en los desayunos de Nueva Economía Forum al presidente extremeño? ¿Pero no sabe que es socialista?». La respuesta la había dado el propio sacerdote en su intervención: «Conozco personalmente a Fernández Vara desde hace muchos años y puedo decir que es uno de los políticos a quienes les duele de verdad la sociedad, el pueblo, la vida de los pobres».
El PSOE no es un partido comecuras, a pesar de que su actual líder en la pasada campaña electoral volviese a agitar la bandera anticlerical con la clase de religión y los acuerdos de España con la Santa Sede. Y los católicos no tenemos un partido propio, como recordaba el semanario Vida Nueva a finales de noviembre, con una portada cuyo titular era «No debemos nada al PP», con la imagen de Rajoy de perfil.
Uno de los grandes errores del PP en los últimos cuatro años ha sido obviar las cuestiones ideológicas. Rajoy lo fio todo a una carta, la de la recuperación económica, olvidando eso de que «no solo de pan vive el hombre». Ya desde antes de las europeas algunos avisamos del peligro que esto suponía, pero en el PP hicieron caso omiso; parece que solo valen los juicios de Pedro Arriola: la elección de Celia Villalobos como vicepresidenta del Congreso evidencia que, a pesar de ir de fiasco en fiasco, su influencia sobre Rajoy permanece intacta. Que luego no se lamenten.