El dilema de Pedro Sánchez

M.ª Carmen González Castro
M.ª Carmen González VUELTA Y VUELTA

OPINIÓN

22 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene la llave, porque cualquier opción de gobierno pasa por sus manos. Pero lo que en realidad se le viene encima a Pedro Sánchez es el dilema de cuánto debe sacrificar para que España tenga un Gobierno. Cualquiera de los tres escenarios más obvios que tiene por delante tendrá consecuencias dramáticas para su liderazgo y para su formación.

La primera opción pasa por un acuerdo del bloque de izquierdas, al estilo portugués, pacto para el que Iglesias ha puesto ya el listón muy alto: reforma constitucional y electoral, y referendo en Cataluña. Casi todo asumible y negociable por Sánchez, salvo que los catalanes decidan sobre la independencia. Avenirse a celebrar la consulta lo enfrentaría a los barones de su partido, empezando por la todopoderosa Susana Díaz, y apartaría a su electorado más tradicional. A cambio de asumir estos perjuicios, Pedro Sánchez llevaría al Gobierno una coalición de izquierdas y en teoría un cambio en las políticas de austeridad que piden las urnas.

Lo que en el fondo subyace en las líneas rojas trazadas por Iglesias es su intención de empujar al PSOE al borde del segundo escenario, el que se ha denominado la gran coalición, un acuerdo de las dos fuerzas viejas frente a los emergentes. Sánchez, con la abstención de Ciudadanos garantizada, podría justificar que actúa con sentido de Estado y permite el gobierno de la lista más votada, con Rajoy o no al frente, por el bien del país. Tras una legislatura que se presume corta, el PSOE se desangraría por la izquierda para alegría de Podemos.

La tercera opción es en la que estamos instalados tras las manifestaciones de hoy: el PSOE no apoya a nadie y nos dirigimos a unas elecciones en pocos meses.

Y aquí llega el gran dilema de Pedro Sánchez: ¿debe facilitar el gobierno de España por la derecha o por la izquierda, pero con un alto coste para su liderazgo y su partido; o debe mantener la posición de bloqueo, dejar al país sin Gobierno varios meses hasta que haya otras elecciones? Quizás logre salvar su sillón en Ferraz, pero que evite la fuga de votos no está nada claro.