Unos doce millones dudan

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

06 dic 2015 . Actualizado a las 12:30 h.

Las elecciones más abiertas en mucho tiempo. Y tanto. Habría que remontar el curso del río hasta el 79 para enfrentar rápidos así en el caudal de votos, y quién tiene ganas de volver a aquella España. Yo solo volvería por recuperar la edad, pero con lo que sé ahora. El escenario es fascinante. Y festivo: es una democracia. Según el CIS, y calculando así más o menos, si en el 2011 votaron casi 25 millones (esta vez habrá más movilización), y la tendencia es que el cuarenta por ciento que irá a las urnas todavía no ha decidido su voto, estamos ante unos doce millones de ciudadanos que no saben qué papeleta seleccionarán el 20D. Ya Unamuno, al que le dolía España, escribía que solo se avanza en la duda, en lo que él llamaba el varón matriarcal, la experiencia creativa, la cara y la cruz. Todo hombre tiene parte femenina. Y toda mujer, parte masculina. Solo los adeptos, preñados de fe o de sectarismo, son de verdades absolutistas. Si seguimos al zahorí del CIS, las tendencias de duda más elevadas están entre los que deshojan entre Mariano o Rivera. Detrás, los que están tentados por Rivera o Sánchez. En tercer lugar, los que titubean entre Iglesias y Sánchez. Y cierran los que, a veces, se ven con la papeleta de Pablo Iglesias en la mano y otras con la de Rivera. ¿Son posibles estas oscilaciones? Conozco casos a los que les puedo poner cara. Estamos hablando de la España de centro que siempre existió y osciló, y del impacto en esa España, como subrayan los expertos, de los votos jóvenes y que pueden optar por el cambio. A medida que subimos la edad, o por sabiduría (que dirían los orientales) o por simple miedo, el voto cumple la frase de Churchill («Quien a los 20 años no sea revolucionario no tiene corazón, y quien a los 40 lo siga siendo, no tiene cabeza») y se va hacia el PP. Pero el 20-D es tan difícil de apostar como hoy un Dépor-Celta. Será la campaña (no la campaña obsoleta de mítines), la campaña transmitida a toda velocidad y de forma instantánea (redes, televisiones) o reflexiva (papel) por los medios la que decantará muchas decisiones. Una frase que da en la diana. Un meme viral y genial que salta de móvil a móvil. Un gesto en el debate del lunes. La actuación de Soraya mañana será determinante.

Ya no hay bipartidismo. El menú es más amplío y fresco. Y dudar es de seres pensantes, no solo rumiantes.