FP a la torera

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

21 oct 2015 . Actualizado a las 09:45 h.

Hay combinaciones peligrosas. España sigue siendo un lugar fértil en ocurrencias y continúa arrastrando como asignatura pendiente la Formación Profesional. La mezcla es explosiva. La FP no tiene ni el lustre ni el acabado del que goza en otros países europeos. No alcanza ni el prestigio ni la traducción en puestos de trabajo. Es la hermana pobre del currículo. Pero el Ministerio de Educación ha cogido el toro por los cuernos. Ha invertido tiempo y dinero para desarrollar borradores de nuevos títulos. Entre ellos, el de torero. Muchos se han visto obligados a repasaban mentalmente si el Día de los Inocentes se había adelantado este año. Otros han comprobado si se estaban tragando sin pan el penúltimo bulo de las redes sociales. Pero no. Lo de echar un capote a los jóvenes era en el sentido literal de la expresión. Ahí están algunos altos cargos, firmes, perpetuando los tópicos, inmunes a los molestos vientos de la modernidad, esos que se empeñan en mostrar vergüenzas levantando faldas y haciendo volar sombreros. Quizás en Cataluña propongan el título de casteller y en Asturias impulsen el de escanciador de sidra.

Aunque hay que reconocer que llevar el toreo a las aulas también tendría sus ventajas. Estaría más que justificado que el estudiante se pusiera el mundo por montera y acabara haciendo novillos, saltándose a la torera más de una asignatura. Y queda el absurdo consuelo de que al menos sería complicado que los alumnos aventajados acabaran desarrollando su codiciado know how en Múnich, Londres o Nueva York. No hay que temer la fuga de banderilleros. Pero que nadie lamente que, en esto de la educación, a España siempre la pille el toro.