El círculo virtuoso de Wert

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

03 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha sido el peor ministro de la democracia. Deja el sistema educativo patas arriba con una ley que crea una insoportable incertidumbre ante el nuevo curso. José Ignacio Wert decidió abandonar el Gobierno y dejar que su sucesor apechugue con el carajal. Su gestión concitó un altísimo consenso en contra en el mundo educativo y cultural. Pero, a pesar de estos antecedentes, Mariano Rajoy lo ha premiado con la embajada de la OCDE para que se vaya a vivir su amor a París con su mujer y exsecretaria de Estado, que ya ocupaba un alto cargo en ese organismo. No hay duda de que al menos Wert ha entrado de lleno en ese círculo virtuoso de la economía del que habló el viernes el presidente. El puesto lleva aparejado un caserón de 500 metros cuadrados en el cogollo de la ciudad, un sueldazo, dos personas de servicio y coche oficial con chófer. Rajoy ha hecho a la pareja un fabuloso regalo de bodas con dinero público que permite la reunificación familiar. Y es que en el fondo es un sentimental que cree en el amor y en la familia y por eso les va a permitir que vivan no sé si virtuosamente pero sí como dios, a nuestra costa. Por si acaso, coló el provocador nombramiento solapadamente, con agosticidad y sin explicaciones, en el último consejo de ministros del curso. Ya se ocupó de que no se supiera nada hasta después de la rueda de prensa, no fuera que le preguntaran. Decían los analistas y muchos en el PP que Rajoy no se atrevería a designarle embajador, porque sería, es, un auténtico escándalo. Pero vaya si lo ha hecho. Contra todos. Quizá el mensaje que ha querido lanzar a sus ministros en esta hora difícil es que, cuando dejen sus cargos, siempre les quedará París.