Liderazgo tocado

Carlos Agulló Leal
Carlos Agulló EL CHAFLÁN

OPINIÓN

10 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Puede que Besteiro tenga razón. La jueza de Lara, pronto o tarde, puede levantar la imputación sobre el dirigente socialista. No sería el primer caso en las instrucciones de la atareada magistrada. Pero que Besteiro quede listo de papeles en ese caso de supuesto cohecho y prevaricación de Lugo puede no ser ya lo que le despeje el camino en su carrera política. La imputación es, sin duda, un socavón grande, pero la racha horribilis del secretario general no comenzó la semana pasada con el auto de la magistrada.

Hace mucho tiempo -hagamos memoria, a ver si le ponemos fecha- que el socialismo gallego no es una balsa de aceite. Ni siquiera después de que Gómez Besteiro le ganase las primarias a Pachi Vázquez, el dirigente de una de las etapas de mayor marrullería en el PSdeG, las aguas se calmaron de todo. Y, por mucho que se haya tratado de poner cataplasmas a los resultados de las últimas elecciones municipales, el PSOE ha quedado tocado y relegado a tercera fuerza en lugares que en otro tiempo fueron sólidos bastiones socialistas.

El problema de Besteiro no es tanto judicial -es inocente mientras no se demuestre lo contrario y la imputación puede acabar siendo un azucarillo- como político. De liderazgo. Haber cedido dos veces ante el BNG y Lugonovo sacrificando a sus candidatos para tratar de mantener el poder (en la Diputación ni siquiera lo logró) lo desgasta más que la imputación. Cierto que Besteiro está recibiendo apoyos de dirigentes de su partido, pero también son muy significativos los silencios, aunque el de alguno sea un claro intento de guardar la ropa a la espera de lo que suceda. Falta muy poco para las próximas citas electorales (generales y autonómicas) y así el PSOE no pita.