No somos vasijas

OPINIÓN

01 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Esto de la bioética se está poniendo cada día más apasionante. Si hace unas semanas fue el papa Francisco el que movilizó conciencias y aglutinó apoyos desde las más diversas instancias a propósito de la cuestión ecológica, ahora es la maternidad subrogada el asunto que une sensibilidades. ¡Por fin ya no soy un bioconservador!

Un amplio grupo de filósofas, profesoras de Derecho y profesionales de otras áreas, todas ellas destacadas personalidades del movimiento feminista, han puesto en marcha estos días una campaña contra la gestación subrogada. Esta práctica es ilegal en España, como sabemos, pero no así en países como Estados Unidos, Grecia o Nepal.

El objetivo no solo es frenar cualquier tipo de iniciativa para legalizar en nuestro país los vientres de alquiler, sino conseguir erradicar esta práctica a nivel mundial, sumándose a la campaña internacional «Stop Subrogation Now», que aspira a crear una Convención de Naciones Unidas que prohíba los vientres de alquiler.

«Las mujeres no son máquinas reproductoras que fabrican hijos en interés de los criadores y convertirlas en eso es un evidente ejemplo de violencia obstétrica extrema», afirma este grupo cualificado de mujeres. «Lo cierto es que la supuesta generosidad, altruismo y consentimiento de unas pocas solo sirve de parapeto argumentativo para esconder el tráfico de úteros y la compra de bebés estandarizados según precio», añaden. Totalmente de acuerdo.