Las células de los seres humanos se están regenerando continuamente. Los ejemplos más claros son el cabello y las uñas, que no paran de crecer. También la regeneración de la piel tras un rasguño. El problema surge cuando esa generación de células se descontrola y crece desmesuradamente, dando lugar a la formación de tumores o de cánceres. Por el contrario, a veces hay que reponer células porque los sistemas de generación no funcionan adecuadamente. Por eso es importante la noticia (La Voz, 29 de abril) que da cuenta de que un equipo internacional de investigadores (en el que está el CSIC) ha descubierto las instrucciones del genoma para generar células precursoras de páncreas humanos. Un hallazgo importante para avanzar en el desarrollo de la medicina regenerativa.
Otro proceso de generación se produce a través de células madre, capaces de transformarse en células especializadas de nuestro organismo.