La cerradura

Alfredo Vara
Alfredo Vara EL PUENTE

OPINIÓN

17 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Perplejos nos ha dejado a algunos provincianos poco expertos en el proceloso mundo de la política de partido lo ocurrido en Madrid. Resulta que aun estábamos asimilando los mensajes repetidos durante meses sobre las bondades de las primarias para elegir a los candidatos, como modelo de democracia directa, de participación de militantes y simpatizantes en las decisiones importantes, de prestar oídos a la voz del pueblo (de los de abajo, que dirían otros), cuando desde arriba fulminan al candidato salido de unas primarias.

La causa parecía ser el coste disparado de un tranvía proyectado en el pueblo del que el candidato fue alcalde triunfador. Pero el defenestrado se defiende asegurando que ni votó la decisión del tranvía descarrilado, ni era el ayuntamiento el que tenía que decidir, sino el Gobierno autonómico, ni el coste se había disparado.

Otro argumento utilizado en su contra era que se estaba hundiendo en las encuestas y que su candidatura olía, por tanto, a derrota segura en las urnas. Y salen expertos politólogos asegurando que dirigentes anteriores del partido veían venir el fracaso, pero solo el actual se atrevió a actuar para evitar un descalabro seguro. Y algunos inexpertos nos preguntamos si los militantes de ese partido en Madrid no se enteraban de lo que se les venía encima al elegir a un candidato tan seguro perdedor.

Aun sumidos en las dudas, nos enteramos de que al defenestrado le cambian la cerradura del despacho. Y los ingenuos e inexpertos nos quedamos pensando si en esa organización lo importante siguen siendo las ideas y los modelos de organización o la clave está en quién tiene la llave del despacho.