Syriza y el poder incompetente

Jaime Miquel
Jaime Miquel LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

27 ene 2015 . Actualizado a las 03:00 h.

Ganó Syriza. ¿Los ciudadanos enfrente de su poder representativo? Ya no, eso era antes; el Pasok casi no existe y Syriza es ahora el partido central del lado izquierdo del sistema de representación griego, la socialdemocracia del siglo XXI. Syriza es lo que antes el Pasok y no sucederá nada extraordinario. En España, está pasando lo mismo. Se ha producido la ruptura de una parte de los ciudadanos con la clase política convencional, lo que no tiene arreglo de ninguna clase, aunque lo llamen desafección. Este elector percibe que los políticos permanecen sin prestigio, y esto forma parte de la cultura que muere, algo que no pueden entender Rajoy ni Griñán, pero tampoco Tania Sánchez: la mayoría social no los quiere y no hace falta hacer una encuesta para comprobarlo. ¿Quién alimentó la notoriedad pública de Pablo Iglesias, superior al 50 % del censo electoral, en vísperas de las elecciones europeas del año 2014? Un poder real electoralmente incompetente, que viene a remolque de las situaciones y se crea sus propios problemas, porque no tiene números ni entiende nada. Sus medios y editores promocionaron el espacio electoral de la ruptura y lanzaron una oferta que, sin proponérselo, le hizo un boquete de ochenta escaños al bipartidismo. ¿Y ahora, qué? Ahora, a por el muy español PSOE, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid. Que no pactarán con el PSOE, dicen los posibilistas; es su márketing hasta las elecciones de mayo, porque después será lo mismo echarlos a todos que al PP, el proceso constituyente que la reforma de la Constitución, el asalto civil al poder parlamentario, que el nuevo partido vanguardia pactando con los socialistas y los aparatos con cuotas que se encuentren en los territorios, como ya hacen con ICV. Si Podemos paga la deuda aunque no esté auditada, si no es el proceso constituyente, si se entienden con lo que ahora llaman la casta, Podemos es más de lo mismo, lado izquierdo puro y duro, aunque esto lo visualizaremos después de los comicios de mayo, cuando se repartan poder territorial contra el PP. Están desvirtuando la esencia del fenómeno electoral, los factores que han aglutinado a estos votantes, de orígenes diversos, situados enfrente, a los que están pastoreando con éxito hacia el lado izquierdo. Podemos ha pactado con Iniciativa per Catalunya-Verts (ICV), el partido de diseño barcelonés, en perenne coalición con los comunistas de EUiA, la vieja izquierda española del siglo XX. Se sientan con los comunistas en el Congreso, pactan con estos los ayuntamientos, pero salvan los muebles a Artur Mas sumando sus escaños en el frente soberanista, aunque llegado el momento, mejor no. Son federales, confederados y lo contrario, verdes, pero no con Equo, aunque sí en Europa. Les falta un alerón, aunque estando a todas ya no están a nada, porque ese elector tan complicado no existe. Y, por supuesto, será ICV quien legalice la lista de Guanyem Barcelona, donde están Ada Colau y Podemos. Nadie lo denuncia, pero todo esto es un fraude.